EXTRAVIADA EN EL SIGLO XXI



Hace tiempo que pensaba que tenía que hacer algo; hace tiempo que le daba vueltas a la idea de escribir una columna en la que poder plasmar todo lo que sucede a mi alrededor. Quiero dar voz a un mundo cada vez más loco que la mayoría de veces no logro comprender; quizás quiero ordenar la vorágine de ideas que se agolpan en mi cabeza cuando pienso en que ya no existen patrones, referentes, modelos a seguir y en definitiva… valores ¿Qué ha pasado?¿A dónde han ido? Yo no los encuentro… hace tiempo que emprendieron un viaje sin retorno. Hablo con mis amistades, en especial chicas pero también chicos, y nos ocurren cosas muy similares y no encontramos solución a problemas que antes se resolvían echándole el lazo a la experiencia de personas más mayores o quizás adoptando patrones de conducta aprehendidos en nuestra más tierna infancia.

Pero quiero centrarme hoy en las relaciones humanas. No voy a perder el tiempo hablando de un tema ya machacado y destripado por activa y por pasiva: la influencia de las nuevas tecnologías y las redes sociales en las relaciones personales. Está claro que vivimos un segundo siglo de las luces, con permiso del siglo XVIII. Cristalino me queda que las nuevas tecnologías han cambiado nuestro modo de percibir el mundo y de enfrentarnos a él. Pero… dejando todo eso a un lado… ¿Las personas siguen siendo personas, o sea, seres humanos? Yo quisiera pensar que sí… aunque mi experiencia y la de muchas otras personas invitan a pensar lo contrario…

¿Por qué cada vez es más difícil que las relaciones de pareja tengan un final feliz? ¿Será como suele decirse que cada vez aguantamos menos? ¿Será que cada vez somos más egoístas? O… ¿Hemos provocado una guerra de sexos tan salvaje que no podemos entendernos?

 Yo, una chica normal del siglo XXI, (digo chica porque como ahora los cuarenta son los nuevos treinta…). Una mujer con unas expectativas dentro del orden establecido… o eso creo yo… con mis ilusiones y mis desilusiones, pero sobre todo, con mi mayor tesoro: mis amigos del alma, los que arriman el hombro cuando estoy tan desorientada que parece que he perdido el rumbo. Yo… una periodista que combina la escritura con la enseñanza de lengua castellana y el trabajo de tripulante o azafata, como quieran ustedes, en los trenes de grandes líneas y la alta velocidad española, AVE. Yo… con mis aciertos, mis virtudes, pero también mis equivocaciones y mis rarezas. Una apasionada de los viajes, que muere de amor por rincones del planeta como Ibiza, Berlín o Marrakech y en próximos capítulos Beirut, lugar que tengo la intención de visitar y del que seguro me voy a enamorar también.. Una chica extraviada en el siglo XXI que busca respuestas para mí y mis amigos. Cualquier aportación, colaboración, opinión, consejo... son bienvenidos. Y, sobre todo, se aceptan y se requieren grandes dosis de humor y de amor.

Os espero en la próxima columna de esta chica extraviada en el siglo XXI.


2 comentarios:

  1. Las relaciones personales ya no existen. Son relaciones sociales, muchas personas y medios implicados un lío del siglo 21. ;)

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  2. Sister menor...creo que podría definirse asi. El mundo es tan cambiante que el concepto de relación ya no es el111 mismo que era hace tan solo unos años. Pero ha cambiado a un ritmo tan vertiginoso que nuestras mentes aún no son capaces de asimilarlo..las nuevas generaciones o milenials lo tienen más facil...pero nosotros aue hemos vivido lo anterior y asistimos pasmados a este espectáculo en que todo viene y va, nada permanece, todo vale...

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